ESTADO DE CONSERVACIÓN DE LA ARMADURA
Agentes de deterioro
el principal agente de deterioro se relaciona con el aporte continuado de filtraciones y con su sistema constructivo en el que se han formado las ruedas, clavadas sin apeinazar (sin ensamblar), sobre el cerramiento de los faldones.
Diagnóstico
De forma posterior a la redacción de proyecto previo, en la armadura se ha realizado un tratamiento de consolidación del reverso, por lo que las estructuras se encuentran estables y desescombradas.
Estructura
Deformación y desplazamientos. En los arrocabes, las deformaciones están provocados por la antigua acumulación de escombro. Los abombamientos se hacen más evidente en las zonas de mayor longitud y en la pieza seccionada, por la apertura del vano de la ventana. Las deformaciones en los faldones se producen por diversos motivos como: el sistema constructivo que solapa pares con tapas para formar los faldones; y los refuerzos metálicos y de madera que ejercían presión y peso en la estructura.
Pudrición puntual en la tablazón de los faldones y presencia de xilófagos. Está provocada por la acción de antiguas filtraciones que han debilitado la madera facilitando la ingesta a larvas de xilófagos.
Pérdida de taujeles que forman las ruedas mediante lacería superpuesta. Las zonas de pérdidas coinciden con las zonas con indicios de goteras actualmente no activas.
Desencolado e inestabilidad de piezas de lacería no desprendida.
Superposición de tablas en las zonas con pérdidas de labor de lazo.
Fisuras y grietas de unión entre los pares y las tablas de madera que forman el armazón.
Policromía
Pérdida de policromía en forma de cuarteados irregulares de gran tamaño provocadas por filtraciones de la cubierta retracciones y contracciones debido a la humedad, así como el envejecimiento propio de los materiales. Se ha visto agravado por los diferentes sistemas de sujeción que a lo largo del tiempo han sujetado la estructura, presionando sobre la capa pictórica.
Marcas de escorrentías produciendo decoloración de la superficie por desgaste mecánico o disolución química, con la aparición de hongos de pudrición. Se hacen especialmente evidentes en el almizate y arrocabe.
Manchas de pintura, y de restos de sustancias utilizadas en el mantenimiento que se localizan en las zonas cercanas a los paramentos verticales.
Suciedad general provocada por depósitos superficiales formados por la superposición de grasa, suciedad, polvo, ennegrecimiento por humo, etc. Aunque fundamentalmente se trata de una alteración visual pueden derivar en reacciones químicas, retracciones o impermeabilizaciones irregulares de la superficie. La mayoría de los depósitos de grasas y humos acumulados provienen de los antiguos sistemas de iluminación.
Repolicromados, en la zona próxima al retablo en los arrocabes de los cuadrales y en las trompas, realizados en la adecuación del siglo XVII.
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