El retablo está formado por madera de pino tallada y ensamblada con unas dimensiones de 6,60 m (alto) x 2,20 m (ancho) x 0,45 m (profundo) en los netos.
El sistema constructivo de este periodo consistía en el ensamblaje de elementos mediante cajas y espigas ajustadas con cuñas de madera. El banco de la mazonería está formado por una base corrida sobre la que se insertan mediante cajas y ranuras los paneles de madera que forman los netos y frontales. Los laterales sobresalen del banco quedando 30 cm en el aire en cada lado. Los netos del retablo no son macizos, sino que están formados por paneles ensamblados.
El sistema de anclaje al muro se limita a una fija de forja, de las mismas características que las sujeciones de la crestería de la reja, que ancla el remate curvo del ático mediante una hembrilla.
Los lienzos del ático y del cuerpo central, carecen de bastidor en su montaje y se encuentran clavados sobre paneles de madera reforzados con barrotes.
En la calle central existen dos escuadras de metal cuya parte colgante remata en gancho. Poseen restos de dorado a la sisa, por lo que son originales al retablo. Su función estaría relacionada con la liturgia, puesto que dicha barra que poseería una tela de cubrición del lienzo.
El dorado y policromado se realizó de forma posterior al ensamblaje de las unidades constructivas. Como base se aplicó una capa de preparación formada por estuco tradicional compuesto por cola de conejo y yeso mate (SO4Ca), aplicado en varias manos que luego fue lijado mediante gratas o raederas. La policromía la componen zonas doradas formadas por una base de bol aplicada en varias capas y posteriormente bruñida. Sobre esta capa se adhieren las láminas de pan de oro mediante agua o agua cola que una vez seca son pulidas mediante piedra de ágata. Sobre determinadas zonas doradas se realizan estofados. Su técnica de ejecución suele estar formada por temple (cola de conejo + huevo/cola animal), que una vez seco es esgrafiado. Las capas pictóricas de las pinturas sobre tablas están formadas por óleo aplicado mediante veladuras. Como elemento especialmente singular en el retablo ha de mencionarse el mourofle (o encolado de soportes flexibles sobre otros rígidos mediante adhesivos fuertes realizados comúnmente con colas animales, carbonato cálcico y resina de sandáraca) que decora las esquinas del marco del lienzo central. Está formado mediante la adhesión de guijarros unidos a la madera mediante cola fuerte, y posteriormente estucado y dorado
BANCO
Despiece del frontal
Despiece del lateral
El banco del retablo es una estructura de 1,03 m (alto) x 2,57 m (ancho) x 0,93 m (profundo).
Está compuesto por una mesa de piedra formada por sillarejo armado con mortero de cal y arena, aplacada posteriormente con azulejos toledanos, en el frontal y laterales, fijados con mortero de cal y arena. Los paneles de los laterales (1,03 m alto x 0,93 m acho) están formados por una superficie cubierta por seis piezas horizontales y por siete verticales bordeada en el lateral superior y frontal por piezas esquineras. El frontal (1,00 m alto x 2,57 m ancho) lo componen dieciocho piezas horizontales y siete hiladas verticales, la dimensión de los azulejos cuadrados es 13,5 x 13,5 cm y 18 cm de largo en las piezas esquineras. En la zona central los modelos seriados dejan paso a una escena de la Anunciación (0,69 x 0,40 m), que queda bordeada de dos mitades de azulejos en los lados. El bizcocho es similar en todas las piezas, poseyendo en algunos reversos marcas realizadas con tinta. En la zona central de la escena de la Anunciación, la trasera del despiece aparece marcado con letras romanas de arriba abajo y de izquierda a derecha. Una de las piezas del frontal posee una cenefa pintada en el reverso y en las últimas dos piezas de la derecha que pegan al suelo aparecen las marcas GVII y GVIII.
En los bordes de las piezas existen marcas de golpes de piqueta y lijado fruto del proceso de acoplamiento para su disposición.
El esmaltado posee un diseño con zonas modulares y no modulares. La paleta de color utilizada comprende el azul, amarillo, canela y blanco como reserva.
Los laterales están formados por la repetición de una palmeta que se une al centro formando un florón principal. Este modelo lo desarrolló el maestro azulejero talaverano Juan Fernández en 1570 para decorar diferentes estancias del monasterio de El Escorial, incluidas las habitaciones privadas de Felipe II[1], formado por cuatro carnosas hojas de acanto dispuestas alrededor de una estrella de ocho picos, de tal manera que cuatro azulejos completan el dibujo (Vaca y Ruiz de Luna, 2008: 176-178; Braña, 1963: 590-591)[2].
La cenefa del lateral exterior y superior es una pieza esquinera o alízar (18 cm x5,5 cm x 4,5 cm) con una greca de esvásticas en blanco sobre fondo azul, con florecillas amarillas en la unión de las piezas. Este diseño de lacería en zigzag formando una greca con flores aparece en rematando los vivos de la base de un retablo de San Juan Bautista atribuido a Juan Fernández hacia la década de 1570 (Museo Ruiz de Luna de Talavera, procedente de la iglesia de Marrupe, Toledo), y en numerosos frontales de altar como con el «Sacrificio de Isaac» de la capilla de Santa Ana y el de la Inmaculada de la catedral de Córdoba (atribuido a Hernando de Loaysa), la iglesia de San Andrés de Talavera de la Reina o la ermita del Santísimo Cristo de La Iglesuela (Toledo), y el púlpito del convento de Porta Coeli de Valladolid (realizado por Alonso de Figueroa, h. 1614)[3]. Estas piezas poseen una lengüeta interna que se introduce en el mortero, por lo que no solo son elementos decorativos sino de refuerzo estructural pues arman el conjunto impidiendo que se muevan los azulejos que anclan.
En el frontal, las zonas modulares se realizan mediante tres motivos decorativos: grandes puntas de diamante con flores enroscadas en el centro[4], lunetos ovalados y pequeñas puntas de diamantes enmarcados por labores de ferroneries.
Al margen de estos motivos repetitivos, repetidos en otras obras, en el frontal de la capilla existen decoraciones individualizadas como la escena de la Anunciación y la greca que bordea el frontal mediante azulejos cuadrados. Esta greca forma roleos de motivos vegetales, tallos y hojas de acanto que enmarcan los laterales y de la que caen flecos en azul, amarillo y canela imitando las telas de los frontales de altar. El esmalte está realizado únicamente en tonos azules siguiendo la técnica italiana llamada «berretino» que consistente en dibujar las figuras en color azul oscuro sobre un fondo azul claro. Esta decoración, si bien está hecha con elementos que se repiten, no es modular y se ha ejecutado con un orden expreso, al igual que la escena de la Anunciación. Este tipo de diseño, al igual que los módulos repetitivos de puntas de diamante y cartelas de ferroneries, es común en obras atribuidas a Hernando de Loaysa, que utiliza elementos de inspiración italiana. En distintas piezas del Museo Nacional de Artes Decorativas existen azulejos con este tipo de roleos[4]. También podemos encontrar composiciones semejantes en otros ejemplos en la provincia, como en la sepultura de doña Ana María Ladrón de Guevara sita en la sacristía del Convento de Santa Cruz de Comendadoras de Santiago en Valladolid, atribuida a Hernando de Loaysa[5], en el arrimadero de la Capilla de la Soledad del Convento de Santa Catalina de Siena de Valladolid[6] y en la Iglesia Convento de Nuestra Señora de Porta Coeli realizados por el maestro talaverano Alonso de Figuera Gaytán a petición de Rodrigo Calderón. En concreto, la sala capitular de dicho convento posee una decoración de arrimaderos que usa el dibujo de las palmetas de los laterales del frontal de la Capilla de los Gayo de Andrada, aunque esta vez esmaltados únicamente en azul, y el frontal de altar de dicha sala está formado con el diseño de enmarque de roleos (que poseen en este caso el fondo amarillo) con flecos, rematados de los mismos alízares utilizados en la Capilla de los Gayo de Andrada[7]. Guarda también similitudes con el frontal y peana de la Ermita de la Reina mandada construir por margarita de Austria en 1616 atribuidos también a este autor[8]. Parte de los azulejos caídos de ese frontal conservan marcas de números romanos similares a las existentes en la escena de la Anunciación de la Capilla de los Gallo.
[1] MORATINOS GARCÍA, M. Azulejería en Ávila y Valladolid. p 262
[2] Ibidem MORATINOS p. 55
[3] CERES. Colecciones en Red. Inventario CE071887. Museo nacional de Artes Decorativas. http://ceres.mcu.es/pages/Main?idt=7171&inventary=CE07187&table=FMUS&museum=MNAD
[4] Este módulo es el mismo que el existente en los azulejos del Peinador del Palacio la Reina de Velada expuesto en el Museo Ruiz de Luna de Talavera de la Reina (Toledo) https://cultura.castillalamancha.es/museos/nuestros-museos/museo-ruiz-de-luna
[4] http://ceres.mcu.es/pages/ResultSearch?txtSimpleSearch=Loaysa,%3Cb%3E%20Hernando%20%3C/b%3Ede&simpleSearch=0&hipertextSearch=1&search=simpleSelection&MuseumsSearch=MNAD|&MuseumsRolSearch=16&listaMuseos=[Museo%20Nacional%20de%20Artes%20Decorativas]
[5] Ibidem MORATINOS GARCÍA p.70
[6] Ibidem MORATINOS GARCÍA p.89
[7] Ibidem MORATINOS GARCÍA p.99
[8] Ibidem MORATINOS GARCÍA p.129
RESTAURACIÓN DE REJA Y RETABLO DE LA CAPILLA GALLO DE ANDRADA. IGLESIA DE EL SALVADOR EN SIMANCAS (VALLADOLID). EXPEDIENTE A2020/000884